"Tu dici che Hailè Selassiè era un dittatore... allora io ti chiedo: è vero che gli italiani mangiano solo pizza e sono tutti mafiosi? Perché è questo ciò che scrivono i giornali. Non credere a tutto quello che i giornali scrivono."

- Robert Marley Nesta -

11 noviembre, 2010

El fast food de la informacion

Un poquito de teoría para poner mi investigación sobre una base teórica.
No me estoy contradiciendo, yo sé que en la GT tienen que estar desprovistos de una impostación teórica al principio. Lo que ahora voy a escribir sirve para contextualizar el espacio sociológico entre el cual me estoy moviendo.
No quiero aburriros demasiado: pocos conceptos y pocas ideas generales (que si deseáis podré profundizar en los link) sintetizadas:


- Macro sociología;
- Escuela de Frankfurt y el pensamiento crítico;
- Adorno y el estereotipo en la industria cultural;
- Bourdieu y el “fast thinking”.


El pensamiento sociológico se divide en primera instancia entre el pensamiento micro sociológico y el pensamiento macro sociológico. Esto, claro, es una simplificación, pero suficiente para lo que a nosotros nos va a servir. La macro sociología, a diferencia de la micro que mira a las relaciones entre los individuos, se refiere a las masas. Se pone como objetivo el estudio de los grandes procesos con especial atención sobre las estructuras sociales, a sus desarrollos y a sus influencia en la organización social.  No es importante el puño, es importante la guerra. En mi investigación es importante el sentido general, no lo que piensa el individuo en si.

Bajo la grande familia de la macro sociología hay muchas teorías. Una es la teoría crítica que históricamente se identifica en el grupo de sociólogos del Institut für Sozialforschung de Frankfurt (1923). La idea central se configura en un lado como la construcción analítica de los fenómenos que indaga, en el otro lado como la capacidad de referir estos fenómenos a las fuerzas sociales que determinan ellos. La teoría, que es  empirista y que tiene una perspectiva marxista, ve la sociedad como un único conjunto.

Un sociólogo de este pensamiento fue Adorno, que con Horkheimer elaboró el concepto de industria cultural como “trasformación del progreso cultural en su contrario”. El conjunto de toda la cultura (pelis, internet, televisión, radio, teatro, música,…) es una armonización de todos su sectores y por lo tanto el mercado de masa implica una estandarización y organización. Como consecuencia se imponen una baja cualidad y los estereotipos según la lógica de todos los sistemas productivos. El individuo, por sencillez, acepta acríticamente los valores que este sistema productivo propone. Los productos culturales son creados específicamente por un uso distraído y poco difícil: un “easy listening” difundido en toda la cultura que se concretiza en los estereotipos, elementos indispensables para organizar y anticipar la acción en la vida cotidiana (Yo doy un dulce a un niño porque todos saben que a los niños gustan los dulces).

El pensamiento un poco apocalíptico de Adorno comparte algunos puntos de contacto con el pensamiento de Bourdieu: desde el “easy listening” hasta el “fast thinking”.
Bourdieu, sociólogo francés contemporáneo, pone en relación la urgencia con el modo de producir informaciones de los medios de masa. Él dice que hay un nexo negativo entre la urgencia y el pensar: en la urgencia no se puede pensar, si no a través tópicos, o sea las ideas que todos aceptamos,  trivial, común e inmediatas. La comunicación es instantánea porque en verdad no hay una comunicación real, el tópico que recebimos ya lo tenemos. Los fast thinkers son los previlejados de la comunicación de masa que es como un fast food cultural donde las informaciones son alimentos precocinados y predigeridos: los estereotipos.


Para profundizar:

- Comprender mejor el concepto de estereotipo: Bernete F. , “El estudio de los estereotipos a través del análisis de relator”, REIS N° 57 Enero-Marzo 1992
- La perspectiva de Adorno sobre la cultura de masas: Del Rey Morato J. , “Adorno y la crítica de la cultura de masas”, CIC 2004.9, 41-67

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